lunes, 19 de enero de 2015

Sofrología´´✿¯`•.¸¸.☆✿

La SOFROLOGÍA o TÉCNICA DE HIPNOSIS es un estado de vigilia bajo un relax profundo, en el cual la conciencia no se pierde sino que se revierte para ampliar la percepción interna, bajo inducción y guía para un fin terapéutico determinado.
Su nombre proviene del griego "Hipnos": Dios del Sueño y  "Gnosis": Conocimiento.
Diferenciaremos las dudas generadas por este aparentemente intrincado terreno terapéutico, aclarando conceptos que alguna vez nos acuciaron a todos.

AUTOHIPNOSIS:
La usa el hipnotizador para experimentar sobre sí mismo y su autocontrol. Sedar un dolor, levitar un brazo o caer en letargo profundo. Inclusive para experimentar ciertas técnicas de autoinducción a utilizar luego con cada paciente.
No se utiliza para programar un fin ulterior, ya que no dispondremos de la tranquilidad de un percutor conciente o guía que nos regrese en el momento preciso, y el tiempo de sueño profundo sería contraindicado, salvo el de una inducción placentera y liviana para despertar al día siguiente con un estado de ánimo propicio.   
Recordemos que las ondas cerebrales testeadas en estado hipnótico, corresponden al estado de vigilia y no al de sueño profundo.
Para estos casos es preferible, en aquél que está entrenado, acceder a una profunda meditación de autoayuda.  

 HIPNOSIS A UN TERCERO:
Aquí debemos diferenciar factores y contestar preguntas que son frecuentes: En primer lugar, estamos hablando de SOFROLOGÍA TERAPÉUTICA, en lugar de la más conocida HIPNOSIS DE SALÓN O DE SHOW.  
Los fines y métodos difieren considerablemente. La que nos ocupa puede ser LIVIANA O PROFUNDA; nos referimos a su duración y nivel, al estar "AQUÍ Y ALLÁ" del paciente, o "ESTAR ALLÁ", sin perder el contacto con su guía en ningún momento.  
Una HIPNOSIS LIVIANA se realiza en un máximo de 3 minutos. Una HIPNOSIS PROFUNDA requiere mayor tiempo. En esta última se regresa al paciente (siempre lentamente) cuando efectúa movimientos involuntarios o muestra signos de intranquilidad, expresión facial no relajada o movimiento ocular bajo los párpados cerrados. Se utiliza generalmente para rastreos de olvidos angustiantes y confusos.   
Las dos son de efectos igualmente profundos, y el terapeuta debe discernir cuál es la más adecuada en cada caso.
REGRESIVA:
No hablamos aquí de regresión a vidas pasadas, sino de regresión a la infancia, a momentos que buscaremos como claves, e inclusive a la regresión intrauterina (Psiquismo - Trauma Fetal).
DESBLOQUEADORA, O DE RASTREO:
Se emplea en los casos de: Amnesias parciales - Abducción – “Visitantes de dormitorio” - Tiempo en blanco - Encuentros cercanos – “Deja Vú” persistentes - Disociación o superposición de personalidades, etc.
SANADORA:
Se utiliza para el tratamiento de  fobias precisas tales cómo: Aracnofobia -Ofidiofobia - Zoofobia - Alergias - Miedo a volar, a navegar, a precipicios - Vacíos - Escaleras - Ascensores - Pesadillas - Intervenciones quirúrgicas, etc.  En este último caso de sanación de fobias, la hipnosis es excelente y recomendable, siempre que tratemos con sujetos mentalmente equilibrados y responsables, que posean una sola fobia o a lo sumo dos, aparentemente no relacionadas entre sí.  
También es recomendable para la inducción a la salud en enfermos y adictos; la compensación de  desórdenes de incidencia psico-emocional (enlazados generalmente a la abolición  progresiva de la voluntad; la existencia de rencores por falta de perdón ante injusticias, agravios o defraudaciones; la autocrítica destructiva; la pérdida de seres cercanos; la baja autoestima; etc. 
PALIATIVA:
Útil para la supresión del dolor. Puede emplearse en: Cirugía -  Odontología - Partos (liviana, inductiva, conciente) - Dolores por enfermedades crónicas - Tolerancia de prótesis , etc.
TRANCE MÍSTICO HIPNÓTICO:
Aquí  llegamos a una pendiente confusa de bordeo, con los practicantes de ciertos grupos sectarios o religiosos en cuanto a efectuar actos consagratorios, de purificación, de autoafirmación o de descargo espiritual.  
Por ejemplo las "Promesas": Por medio  de la flagelación, autoflagelación, caminando por el fuego, clavándose objetos punzantes, cortándose, quemándose, estaquéandose, crucificándose, arrastrándose sobre suelos lacerantes, caminando kilómetros o subiendo cientos de escalones de rodillas, etc. etc.  
Son iniciaciones en las que objetivamente debemos distinguir (sin apoyar ni juzgar), una meditación auténtica, de profundo sentido religioso, de un fanatismo distorsionante o un deseo de espectacularidad para un público generalmente incauto.
Por ejemplo: Llenar una piscina de agua, colocar un vidrio blindado y transparente, pocos centímetros por debajo de la superficie y caminar tranquilamente encima de éste, produciendo el efecto de caminar sobre el agua.  
Pero si el evento es auténtico y persigue fines más nobles, partirá:  
a): De una profunda meditación hasta caer en lo que se llama Trance místico-hipnótico, o:
b): Hacerlo bajo Hipnosis o Trucos, para convencer a terceros del propio poder.
HIPNOSIS COLECTIVA:
Ciertos hipnotizadores de gran poder, pueden provocar trances hipnóticos en el público, para que vean fenómenos que no son tales. El ejemplo más usualmente citado (descubierto por fotografías) es aquel del encantador hindú de serpientes, que luego convierte a la cobra en una soga; ésta finalmente queda tensa y erguida y un niño trepa por ella hasta la punta. 
En las fotos, el niño permanece de pie, tranquilamente parado a unos metros de la escena. Lo curioso que otros efectúan el mismo "truco", pero en filmes y fotografías se ve que el niño está realmente trepado a la punta de una soga suspendida de la nada. Esto escapa al terreno de la hipnosis.

Es importante no confundir HIPNOSIS con MEDITACIÓN, ni HIPNOSIS REGRESIVA (a la infancia - situaciones del pasado - memoria fetal) con REGRESIÓN A VIDAS PASADAS:  
La meditación guiada o autónoma pretende armonizarnos, elevarnos; establecer contacto con nuestro Ser Real o Conciencia Superior; efectuar viajes astrales a otras dimensiones; renovar la energía, desbloqueando los canales de su permanente fluir. Sirve para otros fines propios del iniciado metafísicamente, o de lo que el Guía Holístico crea conveniente en concordancia con sus alumnos.
Si bien existe un trance místico, NO SE TRATA DE HIPNOSIS O AUTOHIPNOSIS. Difiere en los métodos, la totalidad de la experiencia, pero particularmente en los fines a alcanzar. 
Además, el sujeto que medita debe ser armónico y responsable de sí mismo, y se diría que tiene una cierta ventaja de campo con respecto al común denominador, mientras que el paciente a hipnotizar posee, por lo contrario, una desventaja (aunque sea capaz e inteligente) que lo lleva, sin menoscabarlo, a pedir ayuda terapéutica.  
La Regresión a Vidas Pasadas lleva al sujeto a la profundidad de un TRANCE HIPNÓTICO y parte de una técnica de meditación. No se aconseja efectuarla a quienes carezcan de conocimientos metafísicos, ya que si bien es pragmáticamente posible desentrañar ciertas fobias, el sentido profundo de esta regresión debe ser comprendido tanto por el paciente como por el terapeuta. Es el de abrir los Archivos Akáshicos acompañando al sujeto en su experiencia, sin interceder en lo que vea, ni en su duración. Esto no depende del criterio humano: Los Archivos se abrirán exactamente en el punto de contacto con el problema a resolver.  
Es importante reiterar que esto no constituye Hipnosis Terapéutica y no debe efectuarse sin un profundo conocimiento metafísico.  
CÓMO PRACTICAR LA SOFROTERAPIA.
CUÁNDO DEBE EFECTUARSE Y CUÁNDO NO:
En las Terapias Alternativas, hablamos primero del paciente y luego de su dolencia. Por eso decimos que el sujeto a hipnotizar deberá ser mentalmente sano. Normal en su presión arterial y ritmo cardíaco. No agresivo y no excesivamente geronte. Deberá estar tranquilo y de acuerdo con la terapia, caso contrario podrá estar presente en la misma habitación un testigo de su confianza, a más de metro y medio de él, para evitar interferencia áurica.  
El terapeuta ya debería conocer a su paciente, para que pueda establecerse entre ellos el nexo profundo necesario y la confianza del paciente para encontrarse en estado de relajación, cómodo y en actitud receptiva (Polaridad Magnética), sin  resistencia mental ni actitud crítica hacia el terapeuta. Hay personalidades pertrechadas en barreras de desconfianza y éstas son las más difíciles de hipnotizar. Primero deben vencerse  esas barreras, acordando ambos que el tratamiento es para el bien del paciente, que es agradable y siempre deja una sensación de estar mejor, perder las tensiones físicas y mentales, pero no la conciencia; de sentirse conectado al ambiente en que se encuentra y al terapeuta que lo guía.  
Las personas más fáciles de hipnotizar, son aquellas acostumbradas a recibir órdenes. Por ejemplo el personal policial, militares, personal doméstico, etc.. (Particularmente considero que prima la afinidad lograda por el terapeuta).
El ambiente debe ser cómodo e invitante a un sereno rélax. Es importante tener en cuenta una temperatura agradable y una luminosidad difusa y no agresiva.  
El paciente deberá estar cómodamente sentado en un sillón (o acostado en un diván, solo si así lo prefiere)  y la hipnosis a efectuar es para llegar al estado de "sueño". Hay gente que se descontractura tendiéndose en el piso. Pero para la mayoría de los fines terapéuticos, la mejor posición es la de  sentado, con los pies apoyados en el suelo.  
Las técnicas son múltiples y cada terapeuta generará una combinación de las que prefiera, según el caso a tratar.

La voz del terapeuta constituye un factor importantísimo, ya que actúa directamente en conexión  con la membrana reticular del cerebro o la materia gris. Por medio de ésta, el ritmo respiratorio del paciente se adaptará primero al ritmo cardíaco, y luego éste a la emisión de ondas cerebrales. Esto deberá efectuarse por la sincronización de su ritmo y de sus tonos.
Transmitirá por medio de ella seguridad en lo que hace y  paz y relajación en el paciente. Debe manejar los silencios y sus tiempos a favor del sistema empleado, estar seguro de lo que desea lograr, como y por qué, y de que van a lograrlo juntos.
Los terapeutas alternativos no usamos drogas químicas de inducción previa, pero la Aromaterapia es complementaria si sabemos de antemano que el paciente acepta y sintoniza bien con la esencia a emplear. (Por ejemplo: si es alérgico a ella o le desagrada, podrían acentuarse los efectos, entorpeciendo el tratamiento.
QUIÉNES PUEDEN PRACTICAR LA SOFROTERAPIA
Dentro de las ciencias alternativas, están calificados para efectuar la Sofrosis: guías holísticos - profesores de metafísica - bioenergetistas - terapeutas transpersonales - terapeutas calificados no médicos - profesores de terapias alternativas. Todos ellos deberemos pedir ficha médica del paciente, conocerlo de consultas anteriores y, por sobre todo, si es derivado de  Psiquiatras, Sicólogos o Psicoterapeutas. Si alguno de éstos profesionales está practicando terapia de Hipnosis con él, en este caso estaría contraindicada, pues generaría confusión mental. 
Existe un testeo y diálogo posterior con el paciente, formas de traerlo al presente, de hacerle conocer lo descubierto y los  "porqués", que requieren de conocimiento profesional y contención, éstas revisten mayor importancia que la de ser un buen hipnotizador.  
Es decir: La TERAPIA SOFROLÓGICA no es para cualquiera, ni cualquiera puede usarla para sanar. Es un arma terapéutica valiosa y efectiva, pero es un arma de carácter  profesional.
LA ÉTICA EN LA PRAXIS
Las Técnicas son simples, pero no por ello de divulgación masiva. Los experimentos hechos sobre incautos en posición de juego, pueden presentar imprevistos inmanejables tales como alucinaciones, descontrol del plano, difícil retorno, o dejar secuelas de confusión en el "conejillo de indias", (en el caso de que logren alcanzar un estado hipnótico). Aconsejo rotundamente abstenerse de tales prácticas.  
El paciente puede ser  complementado con otras terapias como Meditación de rélax - Yoga - Alineación Astral - Imposición de Manos - Reiki - Reflexología, etc...   
Si el paciente efectuó hipnosis paliativa de cualquier tipo de intervención quirúrgica, y posteriormente es informado de que dijo (en estado de trance o bajo anestesia) algo que no comprende y desea indagar, en este caso sí, de acuerdo con el profesional, podremos efectuar una hipnosis de rastreo.  
Tampoco debe usarse la Hipnosis como un placebo, es decir para escapar asiduamente de la realidad,  etc. Debe existir un fin predeterminado.  
El tratamiento debe llevarse a cabo una cantidad limitada de veces y debe haber un espacio de tiempo entre ellas, aunque el mismo paciente continúe su terapia. El profesional sabrá cuál es el momento y el método oportuno a emplear.  
Aclaremos aquí que no se debe tratar de hipnotizar a alguien contra su voluntad: Los resultados serían nulos.
LA HIPNOSIS NO DEBE SER UTILIZADA SI SE TRATA DE  INDUCIR AL PACIENTE EN ACTOS O RESPUESTAS INTERNAS CONTRARIAS A SUS PRINCIPIOS MÁS PROFUNDOS.
Prof. Ana María Ríos
Orientar, Expandiendo Conciencias´¯) ¸.´¯)
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Las imágenes y fotos que ilustran la nota, las he encontrado  en la web. (Internet). Si alguna es tuya y deseas que la retire, házmelo saber y si la deseas compartir, estaré encantada de darte el crédito.
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